Fredo quiere matar a alguien. Lo dejó caer hace unos días. Estrés, alegó. Quiere acudir a esa empresa, EME (El Mono Elige). Se está poniendo muy de moda. Es una experiencia bastante nueva, autorrealización; tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro, matar a alguien… Completas el proceso. Estábamos cenando en cierto restaurante cuando lo confesó como de pasada. Teníamos cerca una mesa abarrotada de chicos y chicas, alguna especie de reunión de desvirtualización en busca de amistad como eufemismo de sexo. Por eso salió el asunto. Uno de los integrantes llevaba una pequeña mancha roja en el cuello de la camisa. Hablaba excitado, a voces; los demás se reían de él; no había podido pasar por casa, alegaba el chico. Algunos no decían nada. No es un tema que ya esté totalmente exento de polémica, aun bajo su manto de Ritual de Aceptación: una filosofía cuya meta es el arrinconamiento definitivo de la hipocresía por la vía de aceptarse hipócrita. Y también es un negocio. El Mono Elige tiene el monopolio de la oferta. Con todo, la pena de muerte sigue siendo ilegal aquí. Algunos dicen que, así, con más razón uno ha de probarlo al menos una vez en la vida. Aceptar la condición de Doble Moral personal para con todo el planeta. Desequilibrio brutal; siempre ha existido, y la gente siempre ha obviado el tema, han seguido renovando el móvil y comiendo hasta convertir la vida en gula, mientras muchos otros…
Son esos Asesinatos en masa por Omisión en masa. Capitalismo viento en popa e imparable. Discursos interesados sobre demagogia. Decisiones que había que tomar.
¿Redistribución de la riqueza?
¿Rechazar parte de nuestros bienes materiales para que otros puedan tener agua en su poblado a mil o cinco mil kilómetros?
Demasiado complicado. Mucha pereza histórica, social, religiosa, política.
Había otra vía, que era la de “aceptarse” Villano. Aunque solo fuese porque uno solo no podía hacer nada De Verdad en otra dirección, y a la vez no estaba dispuesto a convertirse en conejillo de indias generacional para ayudar a crear un mundo más justo y que lo vivieran otros. Nada de mártires, eso es de individuos poco inteligentes, autodestructivos.
Nadie madruga para eso.
Antes a mucha de la gente que pensaba en todo esto y se deprimía, se la diagnosticaba de algún tipo de desequilibrio personal. Ahora las actitudes están cambiando. Acepta la inmoralidad; es la nueva moralidad. No te resistas más. Acepta el mundo Tal y Como Es. Carpe Diem, tío. Prueba nuevas experiencias. Coño, congratúlate de haber tenido la suerte de nacer en el Primer Mundo. No seas Aguafiestas, no seas desagradecido. De todas formas ya eras consumidor de combustible fósil. Mediador complaciente entre el problema y los bombardeos para “solucionarlo”. Ya aceptabas la sociedad de la competición a todos los niveles, llevabas a tus hijos al tipo de colegio aún imperante para que aprendieran –ya antes de saber leer– a competir. ¿Por qué te resistes? Solo pasas de una mentira a otra. ¿Por qué no encajar ya en lo que hay? ¿No se trata de encajar?, ¿de adaptarse?, ¿de ser querido y saber querer a la humanidad tal y como es?
Fredo dijo que le habían recomendado la experiencia. Liberadora, le dijeron. Brutal y salvaje, y también muy dura, pero liberadora como ninguna otra. Parecido a cuando antes los chicos, los estudiantes y los modernos salían del cine de ver un drama terrible de autor, extasiados. Ahora es la tez de la muerte. Conocer la muerte, acurrucarse en su regazo. Y, por qué no, regodearse en ella, desahogarse. Liberarse a uno mismo, aceptando Por Fin que casi todo lo que tiene es producto de todo lo que no tienen otros. Uno, al final, es Malo, alguien nocivo que engendra a otros seres nocivos. Se trata de dejar de fingir, de ver las cosas como son. Una experiencia elevada, espiritual y situada más allá de las anticuadas convenciones, todas aquellas capas de negación estética y socialmente horrendas.
Ahora lo sabemos. En teoría…
Es también la aceptación de los nuevos modos de descompresión para la sociedad, olvídate de las manifestaciones. Los países cuyas leyes permiten la pena de muerte comercian con los condenados. Lógicamente muchos de ellos son tercermundistas. Lo cual da pie a una deliciosa alineación de astros. Ahora tenemos la oportunidad de “salvar” nuestras almas haciendo con nuestras propias manos lo que antes hacíamos echando gasolina al coche, celebrando la navidad por todo lo alto, atiborrándonos: Creyendo que no estábamos participando en favor de Sistema terrible alguno. Ahora, si queremos, podemos tener a ese negrito delante, o a ese morito, a ese ser humano al que antes robábamos y matábamos a distancia.
Encargarnos de eso en persona, tener esa oportunidad… ¿no es Belleza de la Aceptación pura y dura? ¿No es el mayor y más efectivo ejercicio para conocerse a uno mismo –y a su especie y sistemas de administración de la misma– que haya experimentado el ciudadano caprichoso y consumista? ¿No es mucho más efectivo –y sincero– para conocerse a uno mismo que ir a la montaña y hablar sobre aire puro?
Hay muchas personas que han acudido a El Mono Elige para eso, para matar a alguien condenado a muerte en otro país, y luego siempre dicen sin titubear que ellos están en contra de la pena de muerte; que la ejecución de esa pena por la vía del EME ya es algo muy distinto, una purga del propio espíritu, un precio que han querido pagar por seguir vivos. Un derecho. Porque es legal. Pagas también por un servicio. Generas impuestos. Sigues siendo un ciudadano en la rueda.
(Oh, y Fredo está estresado y deprimido, sí, pero no por motivos exactamente existenciales. Incluso nos mandó a unos cuantos un correo al respecto. Suele hacer cosas así.)
Hola a todos.
Me ha pasado algo poco agradable, y prefiero escribirlo para poder explicarme bien. Prefiero esto a titubear delante de la gente improvisando excusas o justificaciones, ya lo sabéis.
Laura me ha dejado. Ayer. Estábamos cenando en un italiano. Se empeñó en ir ahí. No quiso ir al cine como solemos hacer los sábados. Quería ir a cenar directamente.
Aun así, esperó a los cafés. No sacó el tema enseguida.
No me dijo por qué me dejaba, no me dio razones concretas. Yo tampoco sé si las hay. Simplemente ya no le intereso. Ya no siente nada. Me dijo que cuando comenzamos a salir hace un año sí sentía algo por mí, pero que ahora ya no siente nada. Lo dijo así: “Ya no siento nada por ti”. Me halagó y me dijo lo buen chico que soy y que me merezco a alguien que sí sienta algo por mí. Fue la pesadilla que imagináis. Vergonzosa. De no saber cómo reaccionar, de reaccionar como un idiota. No creo que nadie reaccione con dignidad ante semejante panorama.
De modo que ya lo sabéis. Solo os pido una cosa. Evitad sacar el tema en la medida de lo posible. Rajad por vuestra cuenta todo lo que queráis, eso no lo puedo evitar. Pero no introduzcáis ninguna conversación sobre ello cuando yo esté delante. No digo que disimuléis de forma patética y habléis de fútbol o lo que se os ocurra cuando yo llegue, pero no os extendáis ni intentéis consolarme, eso solo cebaría el tópico asqueroso del rechazo y me hundiría aún más. No quiero ánimos ni nada por el estilo, quiero llevarlo a mi manera. No quiero discursos que solapen lo de “Hay muchos peces en el mar”; ahora me importan un carajo el resto de peces, por mí se pueden verter un millón petroleros y que se vayan a tomar por culo el resto de peces. Para mí ahora solo hay un gran monstruo marino, y sólo a muy largo plazo me podré olvidar de él. Quizá. Espero que se entienda bien lo que quiero decir.
No contestéis el correo, por favor.
Os veo pronto.
Fredo
Han pasado unas tres semanas desde esa carta. Fredo el taciturno ya solía tener siempre un humor sombrío, el cual ahora es mucho más sombrío, y al que ha añadido un carácter callado y un escudo de varias capas de antipatía si a alguna chica se le ocurre dirigirle la palabra más allá de cuestiones prácticas. La verdad sea dicha, la revelación de la intención de acudir al EME nos ha sorprendido. Que se sepa, ninguno en el grupo de amigos hemos ido. Yo al menos seguro que no. Sé que mucha gente va. Algunos incluso una vez por semana; se dice que los ejecutivos, los hombres de negocios o las personas que soportan mucho estrés en general, son asiduas a recurrir al asesinato legal. Supongo que los que no lo hemos hecho nos debemos sentir como antaño la gente que aún no había hecho puenting, o aún no había bajado por un río haciendo rafting, o aún no había follado, o aún no se había emborrachado…
Qué sé yo.
Sé que no me sentiría cómodo matando a alguien. Ni aunque así me aceptase a mí mismo como consumidor u occidental o lo que sea. Creo que no necesito ver el rojo húmedo en mis manos para saber que en cierto modo las tengo manchadas de sangre.
No le veo catarsis posible a la situación.
Hay quien dice que es terapéutico, que es como hablarle a alguien de tus problemas. Hay incluso estudios que dicen que El Mono ha sustituido la terapia verbal. Porque ya no hace falta creerse una buena persona. La Evolución ha consistido en que ahora basta con soportarse a uno mismo, con seguir llegando a fin de mes y no engrosar las escalofriantes estadísticas de suicidio. Han sido muchos años de ridícula transición. Un proceso de Aceptación de la propia naturaleza, en cuanto a la explotación de recursos y el uso de las monedas en curso y demás. La Nueva Era sigue siendo la Era del Sacrificio, pero ahora esa expresión es de lo más polisémica. Es una segunda parte de la Era anterior. Bisnietos del Capitalismo. Fascismo, no; Comunismo, no; Democracia, ¿sí?… Aferrémonos a ese SÍ con interrogación… ¿No parece al fin y al cabo un término medio? La cosa estaba en adaptar una “ideología” a lo que somos, y no intentar ser lo que al cabo de los siglos hemos demostrado que no sabemos ser como especie. La cosa había llegado a un punto de estancamiento. Los inventos ya nunca eran un paso adelante, sino como mucho hacia un lado, e incluso hacia atrás. En las elecciones de la mayoría de países vota un porcentaje ridículo de gente. Esto no ha traído nada bueno, pero lo que muchos nos preguntamos es si, al no ir a votar no habremos conseguido frenar incluso un declive aún mayor y más veloz. Se llevaban a cabo políticas insostenibles, y se siguen llevando, se aprueban leyes absurdas y el político medio sigue siendo el producto típico del sistema educativo aún predominante: Éxito significa ser mejor que el de al lado, pero sin saber quién coño eres tú.
Por supuesto, la gente es mucho más ilegal que antes, de hecho hay cifras que aseguran que un 60% de la sociedad ha dado la espalda a multitud de trámites legales. No se vota mucho, pero tampoco se hace mucho caso, de modo que hay alguna clase de equilibrio tambaleante que tiene como base la desobediencia civil.
La gente no es mejor, pero sí es más descreída. Ya no existe apenas esa confianza ingenua en la democracia de principios de los años dos mil. Hace mucho que el sistema predominante es solo una etiqueta. Otra forma de llamar a algo. Tampoco se han cumplido esos designios de algunos que auguraban que al ningunear la “democracia” lo más probable era que naciese otra dictadura. Al final no ha sido ni una cosa ni otra ni la de más allá. Es, seguro, el comienzo del Epílogo de todas las cosas. Un Apocalipsis moderno cayendo gota a gota en la frente de la Humanidad hasta que primero delire, luego pierda todo juicio, y luego comience a morir mediante una larga, tortuosa y horripilante tortura en slow motion.
La gente se está aficionando a Abraxas. Abraxas es un dios egipcio; uno que une lo divino con lo infernal, el bien con el mal. Un dios que une la vida con la muerte. Un dios que representa la apología de la ambigüedad de la existencia. Un dios en el que creía Charles Manson. Ese dios que no parece querer sentar cátedra, o juzgarte, o negarte seas como seas. Abraxas es quizá la nota a pie de página de nuestra cultura, pero es la nota más relevante, y, sobre todo, más desconcertantemente representativa. Casi como un dios católico sin la hipocresía del publicitado por la Iglesia. Han aparecido muchos símbolos relacionados con él por todos lados, y sobre todo en las cárceles, o lo que, también Manson, llamaba: “Los pasillos de siempre”.
Un día en un bar descubrimos un papel sobresaliendo de la cartera de Fredo, él está en el lavabo, siempre deja sus cosas en la mesa. En el papel hay unos símbolos. De ahí llegamos a Abraxas. No nos hace falta investigar. Dicho dios es tan popular ahora como cualquier sandez de antaño en Internet. Es masivo. Pero sobre todo, es MUY permisivo. Un dios a la carta, algo más que el Diablo, un dios sin enemigos. Algo ideal en lo que creer si uno quiere comenzar a frecuentar El Mono Elige. Abraxas no permite que se te mire por encima del hombro por algo tan nimio dentro de la Existencia como dañar el estúpido físico de alguien que también es espíritu, y alma, y reencarnación, y mil oportunidades y nuevos comienzos, todo en un mundo multicapas que, nosotros, ignorantes, creíamos conocer. La vida, la muerte, todos siempre tan categóricos, el principio, el final, la carne, las moscas, los gusanos, nuestras lápidas, nuestro tonto orgullo cortando en porciones el tiempo y contando dimensiones. Todos creyendo conocer todas las cosas solo por haberles puesto nombres, confiando en nuestra limitada percepción, reduciéndolo todo a explicaciones que quepan en estáticos programas educativos y así dando esa Imagen de enterados, de evolucionados, de Interesantes para con la Existencia, esa chica mona e intelectual que así jamás se bajará las bragas para nadie…
Un exceso de carácter mal encauzado nos ha llevado al carácter cero. Ahora todos los negocios, tiendas, peluquerías, inmobiliarias, bares, cafeterías, todo parece lo mismo desde fuera, la decoración hace que no sepas si entras a que te hagan las uñas o a tomar un café. La idea de consumismo ha alcanzando cotas de un histerismo fanático incontrolable, antes la utilidad de los productos ya perdía terreno respecto al ejercicio de comprarlos: ahora mucha gente ya no acepta regalos. El orgullo del dinero ya lo es Todo, se lo ha tragado todo, también toda clase de ética o moral con sentido, y por supuesto todo atisbo de personalidad propia. Ahora la vida es Protocolo, las conversaciones vienen con el decorado y la situación, y la sección de autoayuda y libros sobre cómo ser feliz (por el método de convertirse en imbécil) copan el 80% de las librerías. Esto es la línea de meta. Para esto es para lo que tanto hemos luchado.
Nosotros estamos ahora en una de las salas de espera de El Mono Elige. Un negocio más. Hay quien dice que el nombre de la empresa es alguna clase de ironía Darwiniana, pero no hay una versión oficial. Desde luego se han escrito miles de artículos de tono universitario y jocoso, de esos que al leerlos parece que solo puedan hacer gracia a la novia cegada del estudiante de turno. Se dice que el mono ahora elige donde antes solo era un eslabón hacia la humanidad. El ser humano ha llegado a su último estadio de evolución dentro de un contexto familiar de sociedad. Éste es: tener el control sobre la vida y la muerte de otras personas. Todo sin necesidad de ser soldado, delincuente, político o empresario. Ahora, en calidad de Don Nadie, ya puedes degollar, rajar, tirotear, torturar, y seguir siendo un ciudadano respetable en cuanto a términos legales… Puedes añadir picante a tus tardes de sábado, o quedarte a gusto los domingos antes del temido lunes. Los siete días de la semana tendrás a los empleados del EME a tu servicio. Solo tienes que pagar un módico precio para obtener a cambio una experiencia que atesorarás para toda la vida. Porque te lo mereces, todo tu esfuerzo y trabajo han servido para algo.
Fredo ahora cree en todo eso. Estamos él, yo y también Lola, una amiga de la infancia. Lola lleva días intentando convencer a Fredo de que esto es un error. De que no sabe bien por qué, pero presiente que, aunque todo esto esté regulado y sea legal y esté permitido, aun así es un error. Incluso siendo una empresa de lo más profesional y solo comerciando con los condenados a muerte más temibles, hay algo que no le cuadra a Lola. Hasta ha llegado a hablar de Conflicto Moral. Yo he optado por callar. Fredo lo ha conseguido todo en su vida; esa novia suya que le ha dejado, para él es su primer fracaso. Fredo ha sido buen estudiante, de los mejores, y ahora tiene un buen trabajo que odiar y temer perder, al mas puro estilo del siglo XX; siempre ha aprovechado todas las oportunidades en su vida, no ha perdido tren alguno, no ha llegado tarde nunca a nada, no se conoce que haya estado jamás enfermo, y ha sido, en resumen, una especie de yerno ideal. Con todo, siempre ha arrastrado consigo cierto temperamento errático, alguna clase de frustración que nunca hemos sabido bien a qué se debe. Hasta hemos sospechado que pueda tener el pene mucho más pequeño de lo normal o algo así… Aunque, lo que yo siempre he pensado (y jamás he dicho), es que su problema ha sido, ni más ni menos, que el de ser siempre “el primero en todo”. Más que nada porque, aun siéndolo, nunca ha sabido de verdad Quién era él, Qué quería, Qué le gustaba, Qué podía apasionarle, o si había algo más allá de los números a todos los niveles. El principal problema de Fredo, ha sido el de ser un Ejemplo de Conducta para con una sociedad y sistema harto discutibles. Vamos, no hay que ser un genio para verlo. Para ver qué clase de personas suelen llegar una y otra vez a tener cargos de poder o puestos de capital responsabilidad. Se supone que esos tíos son Los Mejores; pero lo único que pasa es que son la representación del modo patético que hemos tenido de llevar las cosas a nivel educacional y laboral. Fredo es la clase de tío que llega a presidente, y que acabaría fácilmente absorbido por la codicia y el poder, porque para él, en el fondo, No Hay Nada Más. En realidad es el cliente potencial ideal para el EME, y hay muchísimos así. La clase de personas que se convierten en súbditos de fuerzas que desconocen, que trabajan duro aunque no sepan qué sale al final de la cadena de montaje, y que se reproducen en pos de nuevas generaciones para la amargura.
Por eso, callo. A estas alturas ya no hay nada que decir. No hablo con Fredo por lo mismo que no converso con mi perro o intento hacer razonar a mi ordenador si se cuelga. Porque esa cosecha ya nació perdida. Fredo es tanto una Persona independiente y con carácter como lo pueda ser un destornillador o un rollo de fleje. No es tanto un ser orgánico como una pieza útil sólo para cierto contexto. Es una involución en sí mismo: desde el Potencial en Potencia hasta la mera Producción en el sentido más genérico. Desde fuera podemos oír los gritos de alguien dentro de la habitación. Lola llora. Intento consolarla. Nunca he querido investigar cómo lo hacen, supongo que los atan a una silla. Los gritos son terribles. Fredo debe estar torturándole, supongo que cortándole, quizá ya incluso amputando. Puede que haya cambiado de idea. Me dijo que quería ahogarle con agua, creo que tienen algún método con mangueras que ya usaban los nazis. Pero ahora se pueden oír golpes. Hay una tercera persona en la habitación, impreca a Fredo por algo; eso somos, hay alguien matando a alguien, pero incluso así hay normas. La víctima suena árabe. Supongo que Fredo está obteniendo su propia purga del espíritu. Lola respinga en su silla después de un fuerte golpe. Luego el silencio se adueña de todo. Un charco de sangre comienza a crecer bajo la puerta, lo podemos ver. Ahogarlo, me dijo, porque la Vida comenzó en el agua, y terminándola ahí, cerrabas el círculo. Me sonó poético cuando me lo contó.
Me he quedado sin palabras. Trato de asimilarlo, creo que deberé leerlo de nuevo.
Pedazo de descubrimiento…
Gracias, yo seguiré en ello 🙂
Ufffffffffff, vaya caña que le has dado al pobre Fredo, eso de la EME no sé qué es, una entrada muy completa y dice muchas, pero muchas verdades, somos tal como nos retratas en ella, solo pensamos en nosostros mismos y en nuestras cosas y problemas, somos un poco egoistas.
De lo de tu novia no te hablo, pero sé de más de uno que le ha pasado lo mismo que a ti, es decir, otros peces con el mismo problema.
Gracías por tu comentario, por lo que veo te ha gustado mi entrada.
Un abrazo, te deseo lo mejor, y no te cabrees que la vida es corta.
Gracias por leer todo el tocho (pero aclaro que es un relato de ficción, por si acaso 🙂 Un abrazo.
¿Eso será nuestro futuro? Me da miedo, soy del tercer mundo y seríamos a los que asesinaran para desestresarse, ¡horror! jaja
Muy bueno, te felicito.
Saludos
Terrible panorama de un mundo apocalíptico que lamentablemente suena muy posible. El camino de la ironía ácida resulta muy válido para mostrar la peste en las que las sociedades nos van sumergiendo. ¿estaremos a tiempo de evitarlo? ¿en serio lo querremos evitar?
=(
Muy fuerte este escrito, menos mal que dices que es ficción aunque la realidad siempre supera a toda ficción.Gracias por tu visita y comentario
Tienes la capacidad de atraparme según comienzo a leer, y es el mejor síntoma de que me va a gustar. Agradezco la extensión de tus relatos, el cómo te vas haciendo con la personalidad del protagonista y nos lo muestras con pelos y señales.
Me gustó mucho, esperemos que todo quede en situación imaginaria y nunca sea posible tal barbaridad, aunque seguro que la realidad supera muchas veces a la ficción.
Aprovecho este rato para contarte que también leí allá por allá “Soy un cerdo y ….” y me quedó claro que el “c-e-r-d-o” es de ideas fijas, eso por descontado, y que te quedaste a gusto escribiéndolo también.
Abrazos, Jordi
m.
Ha sido todo un placer dar con tu blog (gracias a tu comentario) Me gusta leer por las noches y, con tu permiso te sigo para poder enfrascarme con la lectura de tus relatos.
¡Gracias!
Espero que hayas vuelto ya de tu cita con tu amiga la soledad, porque era los jueves cuando quedabais ¿No?
…
Llega una de nuevas y se encuentra con este pedazo de relato. Qué susto. Menos mal que en los comentarios aclaras que es ficticio. Escribes muy bien. Enganchas y tienes una prosa muy buena.
Un saludo
jaja, quedamos muy a menudo en realidad.
Gracias por leer, yo digo en ello 🙂
Vaya!!!!
Llego , te descubro y me descubro ante tu relato-ficción-futurista….. En realidad no sabría como adjetivarlo pero que cuando he comenzado a leerlo ya no he podido parar, eso sí que tengo que decírtelo. Y aunque me ha dado un poco de no sé qué (jajajajajajaja vaya verborrea la mía, eh? ) he tenido que acabarlo sí o sí.
Saludos!!
Me gustaría pensar que tu relato no va a convertirse en algo realmente futurista…y que cualquiera podría llegar a una empresa de este tipo…pero aunque tu relato sea ficticio, tiene algo de muy real, la gente es más descreída y cuando llegas a ese punto, ¿qué te importa el vecino? ¿y su vida? Ahora hay un tipo de gente rica, que mata animales exóticos, panteras, pumas, etc…que traen ilegalmente a España y los sueltan en fincas (imagina las fincas…) y se lían a tiros con el pobre animal…van a cazarlo…es triste…pero es una realidad…Simples ganas de matar.
Así que lo que escribiste es impactante,brutal, genial. Pero tienen un parecido desalentador a nuestro próximo futuro.
Me encanta cómo escribes! Me quedo aquí leyendote y si me dejas te añado a mi blog…
un besazo gigante!
De miedo… jijii escribes muy bien!
GRACIAS por tu visita.
Besitosss.
Creo que es una sociedad nauseabunda la que describes, Jordi. Espero que nunca lleguemos a algo así en la realidad.
No mato ni a las arañas, las saco al balcón para que se busquen la vida, por lo que mi empatia es cero con tu personaje que es tan cutre porque le falta pasión. Creo que lo mejor que podía haber hecho es autoliquidarse. ¿Quien notaría su ausencia?
Quizá por eso lo que más me ha gustado de todo el relato han sido estos párrafos:
«No hablo con Fredo por lo mismo que no converso con mi perro o intento hacer razonar a mi ordenador si se cuelga. Porque esa cosecha ya nació perdida. Fredo es tanto una Persona independiente y con carácter como lo pueda ser un destornillador o un rollo de fleje»
Despues de tanto sin sentido y horror me has hecho reír, y eso que yo sí hablo con los perros y con el ordenador y un día metí los dos pies en un fleje redondo en plena calle y me caí como si un vaquero me hubiera echado el lazo, No te cuento más.
Un beso,
Buen relato Jordi.
Sólo a uno? cuando abran la veda me avisas…
Gracias por tu comentario.
Beso
Lo pienso y lo digo mucho, somos asquerosos, somos el mal encarnado, y al parecer hay un infierno peor y un diablo en él…eso para los creyentes, pero me sorprende que se lo crean…el ser humano es el único capaz de las peores atrocidades, pero a veces también de las bondades más grandes.
Soy consciente de lo que dices, matamos a distancia, cierto, pero si nos paráramos a pensar en ello todos y cada uno de nosotros me da que más de uno se pegaría un tiro, y sobrevivirían solo los más cabrones, ruines y asquerosos…
Es triste…somos dependientes de un modo de vida aniquilador de nuestra especie…siempre digo «que venga pronto un meteorito y acabe con nuestra especie antes de que acabemos nosotros con el mundo…»
Ay…menudo revoltijo, será mejor que no me pase por aquí los domingos por la tarde…
Suena escalofriante, aunque sea ficción. Puede que en un futuro no muy lejano lleguemos a ver situaciones como las que describes.
Gracias por tu comentario en mi blog, de esa forma he conocido el tuyo. Muy interesante tu relato, solo te sugiero lo entregues en dos tiempos, porque la gran mayoría tenemos muchos blog que visitar y el tiempo es muy escaso.
Un abrazo.
Apocalipsis now. Como puñales. Muy muy bueno. Sin edulcorantes. Pega fuerte y rápido.
Seguiré por aquí seguro., Saludos de sombrero quitado
Fredo pide a gritos que le escribas un libro de 500 páginas.
Me alegro de haberte descubierto. 🙂
Me pregunto en qué nos hemos equivocado para haber generado tanta violencia en la juventud. Quizás está en los genes de nuestra parte animal pero se presupone que la educación, la información nos debería hacer más tolerantes y dejar de comparar y quejarnos, sentir envidia o renegar.
Escribes muy bien atrapas desde la primera palabra.
Saludos afectuosos
Ficción??, pero no todo…, leí realidades o me lo parecen…. Desholador¡¡ eso si, fantastico como narras,
Besos muchos ♥♥
Un saludo querido Jordi. Hacía mucho tiempo que no veía tanto talento y tanta cordura, quizá demasiada, en perfecta comunión. Para mí no existe la diferencia entre la realidad y la ficción, son aspectos ambos de nuestra naturaleza más íntima y son reflejo de nuestras verdaderas inquietudes.
«Un Apocalipsis moderno cayendo gota a gota en la frente de la Humanidad hasta que primero delire, luego pierda todo juicio, y luego comience a morir mediante una larga, tortuosa y horripilante tortura en slow motion».
Es probablemente la descripción más acertada, no ya del futuro que no me interesa, sino del presente, que he leído en mucho tiempo. Todos somos o hemos sido Fredo en alguna ocasión y algunos han querido dejar de serlo para descubrir quien carajo es en realidad. Siempre hay alternativa. Liberum arbitrium.
A veces se tiene abundante munición pesada y se descarga toda sobre una lata de refrescos. ¡que desperdicio!.
Antes de despedirme quería, si me lo permites, recomendarte el blog «La taberna del Derviche», a mí me reubica de vez en cuando. El también fue militar profesional.
Encantado.
EME no deja de ser la absolución legal al pecado. Previo pago, deja de haber castigo. Perfect!!!
¡Y pensar que tengo una taza con esa misma belleza desnuda que me sirve el café cada mañana!
Bueno escritor… que aquí hay que venir a leer con tiempo, con gusto, saboreando el café…
¿Sabes? ví una película hace un tiempo que trataba sobre esto… una empresa que se dedicaba a esto… salvaje, atrapante como tu relato… eso preocupa. Cualquiera puede transformarse en Fredo…
Besos
Muy buen escrito, si Señor, me engancho desde el principio y (aunque no podía dejer de leer) aunque sea ficción, me parece terrible lo que relatas, más que nada por el gran parecido que puede llegar a tener con una realidad extremecedora.
Gracias por tu visita. Besos
Hola !!Interesante este relato que me ha dejado un poco fria menos mal que es una invención , pero da que pensar. Un saludo y gracias por acercarte a comentar, me ha gustado pasar por aquí
Dos faltas sueltas:
el pene mucho más pequeña
Más que nada porque, un siéndolo,
Como siempre, me ha gustado ^^
Una ficción demasiado creíble – no me asombraría que sea posible, incluso real –
Pero lo mas apetecible para mi, son esas reflexiones o monólogos de narrador que me han dejado boquiabierta por lo que coinciden con mis apreciaciones, mejor convicciones, de lo que ha llegado a ser nuestro mundo civilizado «el producto típico del sistemaeducativo predominante: Éxito significa ser mejor que el de al lado… Uno al final es malo, se trata de dejar de fingir.»…
Seguiría, seguiría… pero destaco: » no necesito ver el rojo húmedo en mis manos, para saber que en cierto modo, las tengo manchadas de sangre»
Pues eso.Un enorme placer leerte. Y gracias por tu comentario que me lo ha permitido. Abrazo
Una distopía de la que no sé si estamos lejos. Es tan preocupante las actitudes y mecanismos de pasividad que se perciben cada día en la calle, el trabajo, las relaciones íntimas, que no me extrañaría llegar a esa loca propuesta de matar para desestresarse.
Yo me borro de ese mundo, si se puede, claro.
Muy buen texto.
Ya veo que tus metáforas dan más miedo que las mías…
Un saludo
Escribes muy bien, se hace muy interesante tu lectura, da para pensar mucho, está llena de profundidad. Y tocas varios temas en el mismo.
Tus escritos llegan, rozan a quien te lee.
Un beso grande.
Y vi despues de mucho tiempo a quien un dia me maltrató hasta casi dejarme sin nada más que un cuerpo vacío.
El cascaron muerto de un huevo no fecundado fué su regalo, y quise lleno de odio con mis manos en ese instante matarlo.
Esto también es ficción, claro está pero,podría ser real.
Nadie está libre de tales emociones, y eso es lo que da verdadero miedo.
Aunque tu escrito te hace pensar, porque quien disfruta o fantasea con ello sin que haya un detonador, solo la satisfacción de querer hacerlo sin más, da aun mas miedo.
Un saludo, esto si es escribir y no lo que yo hago ains jeje, pero gracias por el comentario ; p
Un saludo.
Gracias por la visita y la lectura (y el sustancioso comentario), no todo el mundo lee… Yo seguiré en ello 🙂
Un abrazo
Un montón de piedras bien lanzadas a lo social, político, económico y sobretodo moral… y Fredo (que me recuerda a una antitesis del Fredo de El Padrino) es una buena excusa para ello. También encontré destellos de American Psycho (grande!), sobretodo no hay catarsis…
De cualquier forma, no pude parar de leerlo, un buen repaso crítico muy bien redactado.
= )
!Hola,jordi!
No me gusta matar pero a veces ,según que situaciones y seres humanos monstruosos, no me importaría contactar con el mono elige.Me ha gustado mucho la forma de definir la Existencia, esa chica mona e intelectual que así jamás se bajará las bragas para nadie.
Estamos hechos de condicionantes,desde que salimos del útero de nuestra madre.
Un relato esplendido.Amazing
P.D:Muchísimas gracias por postear en mi humilde espacio.
P. K .Dick se sentiría realizado al leer tu cuento porque tiene todos los condimentos necesarios para construir una realidad tan cercana a la nuestra como perturbadora.
Además de que está muy bien logrado, claro.
Saludos y Suerte
J.
Increible, te estaba leyendo y me estaba acordando del libro 1984 de Orwell uno de mis favoritos, no tiene mucho que ver pero ambos describis posibles sociedades futuristas que no quedan muy lejos de la realidad, aunque todos sabemos que la realidad siempre supera a la ficción.
He leído algunos de los comentarios del blog y realmente no sé de que se espanta la gente, no sé si ese mundo del que hablas será algún día real, no sé si el mundo en el que vivimos actualmente es mejor que el que describes y tampoco se si lo que describes no existe ya de alguna manera o incluso peor… Creo que este tema da para escribir un libro. Me ha parecido simplemente genial!
Me quedo con la frase «Creo que no necesito ver el rojo húmedo en mis manos para saber que en cierto modo las tengo manchadas de sangre.»
Ficción o realidad, ¡que más da!, es un texto salvaje y de gran calidad Jordi.
Un abrazo