Treinta formas de esconder los objetos cortantes (4 de 30) – Tuitstar

Algo cierto que jamás reconoceré: Me EXCITO sexualmente revisando mi timeline. A medida que mi dedo acaricia la pantalla, voy arrancando el motor de mi privilegiada mente. No es fácil Estar Por Encima. Coño, no es nada fácil enseñar algo a toda esa gentuza. Busco noticias con el piloto automático, ya ni tengo que llevar la nave. Tengo aldea digital propia, lo que significa: siervos. Vienen y me señalan la nueva INJUSTICIA: nuevo material. Leo el artículo de turno en diagonal mientras comienzo a bullir de emoción por dentro. Empiezan a brotarme las ideas, todo aquello por lo que Te Intereso. Encadeno los tuits con naturalidad; no he llegado al final de mi discurso y ya he sumado decenas de likes. Pero como decía, no es fácil liderar opinión, siempre hay chusma estorbando, balbuceando. Te van a querer sacar los colores. Te van a insultar. Lo importante en todo esto, es que no se den cuenta de que tú ya lo has hecho antes con ellos. Es crucial que no se percaten del todo de que has empezado tú. Y de que te encanta. Lo único que cuenta es la imagen que proyectas para los tuyos. Tengo la mejor ideología, el mejor gusto para los libros, las películas y los cómics. Soy una Persona Mejor, alguien claramente por encima de la media; esa es la idea que ha de calar. Colaboro con ciertos medios digitales; saben elegir. Sé Parecer Humilde si lo exige la ocasión. Cuando se acumulan las vejaciones contra mi persona, sólo es producto de la incapacidad de los demás para comprender las mentes preclaras. Tuitéo que voy a ver una mierda de peli, la veo y tuitéo que ha sido una mierda. No sólo soy una persona crítica y sagaz, sino que sé lo que va a pasar. El futuro no es más que una palabra para mí. ¿Y la política? Fácil. Es algo muy serio, por tanto cualquier persona que no opine siempre como yo, es peligrosa, puede que una asesina potencial. Tengo responsabilidades para con mis seguidores, tengo que darles siempre un cabo al que aferrarse, ellos, pobrecitos, no pueden hacerlo solos. Así que yo les enseño el camino, les señalo lo nocivo, lo VISIBILIZO. Quién se ha equivocado, quién ha acertado, quién ha sabido hacer bien las cosas, quién es una mala feminista, quién es un machista, qué personas merecen ser linchadas. Por Qué Hay Que Tener Miedo. No es que me crea una estrella de rock, pero esto no es gratis. Ser más que tú, estar mejor que tú, en el centro mientras mi huracán actúa. Eso no lo hace cualquiera. Todo lo que me digas suma. La bola de nieve no va a parar. Cuando digo que cada cual debe pensar por sí mismo, es por si las moscas. Yo no he inventado las reglas. ¿Qué culpa tengo yo si eres una persona ridícula, homófoba, capacitista, racista, machirula, feminazi, maleducada, desgraciada, y yo no?; cariño, ¡sólo quieres llamar la atención! Pero ¿yo?, yo soy una tuitstar, y me limpian los zapatos digitales. Ten una moneda, come algo.

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